jueves, 9 de junio de 2011

CIENCIA
Descubren cuatro supernovas azules, entre las más cegadoras del Universo
Conforman un nuevo tipo de violentísima explosión estelar que no había sido identificada antes y que se expande a 10.000 kilómetros por segundo
ABC / MADRID
Día 08/06/201

R. QUIMBY
Imágenes de las cuatro supernovas superluminosas, antes (arriba) y después de la explosión
Son brillantes, azules, y un poco extrañas. Astrónomos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) han descubierto cuatro nuevas supernovas que se encuentran entre las más luminosas del Universo y conforman un nuevo tipo de explosión estelar nunca vista. El hallazgo, publicado en la revista Nature, puede ayudar a los científicos a comprender mejor la formación de las estrellas y galaxias distantes y a conocer qué aspecto podría haber tenido el universo primitivo.

Además de encontrar cuatro nuevas supernovas de este tipo, el equipo también se dio cuenta de que que dos supernovas previamente conocidas, cuya identidad había desconcertado a los astrónomos, también pertenecen a esta nueva familia. El reponsable de la investigación, Robert Quimby, investigador del Caltech, se dio a conocer en 2007 cuando, siendo un estudiante de postgrado en la Universidad de Texas en Austin, descubrió lo que entonces era la supernova más brillante jamás encontrada: 100.000 millones de veces más brillante que el Sol y 10 veces más brillante que la mayoría de otras supernovas: 2005ap, situada a 3 millones de años luz de distancia.

En la misma época, los astrónomos que manejaban el telescopio espacial Hubble hallaron una misteriosa supernova llamada SCP 06F6, a 8 millones de años luz. Esta supernova tenía un raro espectro, aunque no había nada que indicara que fuera similar a la 2005ap.

Quimby y sus colegas se embarcaron en un proyecto para explorar el cielo y buscar flashes de luz que nunca antes habían sido vistos, señales de objetos en tránsito, muchos de los cuales son supernovas. Los investigadores trabajaron con varios telescopios, entre ellos el William Herschel en las Islas Canarias. De esta forma, descubrieron cuatro nuevos «fogonazos» con una firma espectral inusual.

A 10.000 kilómetros por segundo
Quimby se dio cuenta de que su famosa 2005ap y la otra misteriosa supernova se parecían mucho a estos cuatro nuevos objetos. Sus espectros encajaban a la perfección. Se trata de «seis hermanos», todos ellos con un espectro muy azul. Las cuatro nuevas supernovas, que tienen características similares a 2005ap y SCP 06F6, se encuentran en una distancia intermedia, proporcionando el eslabón perdido que conecta las dos supernovas previamente inexplicables.

Aunque los astrónomos saben ahora que estas supernovas están relacionadas, tampoco conocen mucho más sobre ellas. «Tenemos toda una nueva clase de objetos que no pueden ser explicadas por cualquiera de los modelos que hemos visto antes», dice Quimby. Lo que sí saben acerca de ellos es que son brillantes y calientes, de 10.000 a 20.000 grados Kelvin, que se están expandiendo rápidamente a 10.000 kilómetros por segundo, que les falta hidrógeno y que tienen alrededor de 50 días para desvanecerse -mucho más que la mayoría de las supernovas, cuya luminosidad es a menudo alimentada por la desintegración radiactiva-, así que debe de haber algún otro mecanismo que los haga tan brillantes.

Un posible modelo que crearía una explosión de estas características implica una estrella pulsante entre 90 y 130 veces la masa del Sol. Una segunda explicación requiere una estrella que explota como una supernova, pero deja tras de sí lo que se llama una magnetar, un objeto denso que gira rápidamente con un fuerte campo magnético.

Como farolas en la oscuridad
Las supernovas, que son casi un centenar de veces más brillantes que sus galaxias anfitrionas, iluminan su entorno como las farolas distantes iluminan los caminos oscuros. Funcionan como una especie de luz de fondo, lo que permite a los astrónomos medir el espectro del gas interestelar que llena las galaxias enanas en las que residen, y revelan la composición de cada galaxia. Una vez que una supernova observada se desvanece un par de meses más tarde, los astrónomos pueden estudiar directamente la galaxia enana, que seguiría sin ser detectada, si no fuera por la supernova.

Estas supernovas también podrían revelar cómo habrían sido las antiguas estrellas, ya que probablemente vienen de estrellas alrededor de un centenar de veces más masivas que el Sol, muy similares a las primeras que brillaron en el Universo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario